JONIA; LA FILOSOFÍA MILESIA: TALES, ANAXIMANDRO, ANAXÍMENES
Las ciudades griegas de Jonia, situadas sobre
las costas del Asia Menor, en la época de los primeros albores de la filosofía
griega fueron quizá las más ricas y las más altamente civilizadas de las
comunidades griegas. También parecen haberse distinguido por una actitud de desapego
e indiferencia religiosa. Así vemos que los filósofos jonios muestran una
notable indiferencia por la religión tradicional, lo que no quiere decir que no
se sintieran profundamente afectados por ciertas modalidades griegas primitivas
de considerar el mundo, que también hallan expresión en los mitos
tradicionales.
La primitiva filosofía jonia se halla
representada por una sucesión de tres hombres: Tales, Anaximandro y
Anaxímenes, todos de Mileto, que por esa época era la más rica y poderosa
de las ciudades jonias. De ahí que el grupo reciba a menudo el nombre
colectivo de milesios. El primero de ellos Tales, por tradición uno de los
Siete Sabios de Grecia, no parece haber dejado nada escrito y nuestro escaso
conocimiento de su doctrina descansa en una tradición que no se remonta más
allá de Aristóteles, y así bien cada uno de los otros dos parece haber escrito
una obra en prosa han desaparecido y otra vez es Aristóteles nuestra fuente más
antigua para el conocimiento de sus respectivas doctrinas. En primer lugar,
mostraron sumo interés por aquella habilidad técnica que, junto con la magia y
la astrología, formó la sustancia de la antigua sabiduría sacerdotal de
Babilonia. Fueron astrónomos prácticos, agrimensores y geógrafos. Tales
predijeron eclipses, Anaximandro pasa por haber inventado el reloj de sol,
haber dibujado el primer mapa y ser autor de varios e importantes
descubrimientos astronómicos. Se sintieron fuertemente atraídos por los
meteora, es decir, por los fenómenos que se producen en las regiones situadas
por encima de la superficie terrestre, el estado atmosférico y los movimientos
de los cuerpos celestes.